lunes, 22 de diciembre de 2014

Adiós




 Cuando el fingir una sonrisa te sale como algo natural significa que estás muy jodido, y muy acostumbrado. Fingir una sonrisa es muy fácil; pero ocultar o evitar las lágrimas es algo muy difícil. Es frustrante ver como te decepcionan y aun así parecer que tu eres la única que complicas la vida de los demás. Cuando todos te dan la espalda por ser difícil te vuelves más fácil. Cuando tus actos no concuerdan con tus pensamientos y la cagas una y otra vez, cuando te arrepientes de dejar pasar oportunidades únicas, cuando intentas ser correcta aunque duela y cuando se olvidan de que tu también sientes; entonces eres como yo. Piensas en hacer daño para evitar el propio dolor, pero solo consigues que las consecuencias del dolor ajeno sean la ignorancia y más dolor, y eso es intolerable a ciertos niveles. Me obligan a rendirme con tal de no seguir sufriendo.
  Te ven irte y deben pensar que sudas de seguir luchando, que alomejor en parte es verdad; porque uno se cansa de ver como todo lo que intenta fracasa. Una flor que nace y se congela no va a sobrevivir.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Pensamientos enmarañados

 La definición de locura es repetir un mismo acto numerosas veces esperando distinto resultado. Creo que estoy loca, ademas de gilipollas.
 Me autoconvezco de que la gente me necesita y es todo mentira, solo necesitan cosas que yo puedo darles, no a mi. No me valoran, pero lo peor es que yo me valoro menos. Me encadeno a cualquiera que de un poco por mi y luego cuando se alejan, esas cadenas se tensan y ellos tiran queriendo romperlas, y yo me ahogo. Y duele.
 La piedra también se rompe.
 Tengo que aprender a ser yo sola y no fiarme de todo el que me escuche, o me sostenga la mirada. Tengo que aprender a ser yo sola hasta que me demuestren lo contrario, y aunque ni siquiera confíe en mi no me queda otro remedio, ojala me pudiera olvidar.
 Últimamente veo mas lagrimas que sonrisas y estoy al borde del colapso; si esto sucede no responderé de mis actos.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Aunque me veas de pie hace mucho que me caí.

He empezado a escribir esta entrada tres veces, tres principios distintos y mismo rechazo a todos ellos. No sé como empezar ni que contar. Tengo tal cúmulo de cosas en la cabeza que es imposible hablar de una sola. Sola, así me siento (primer punto del día) Y no termino de saber por qué, si es porque empujo a la  gente fuera de mi o porque simplemente ellos no se acercan. Pero hay veces que necesitaría tener a alguien conmigo, alguien que signifique hogar, y alguien para quien yo signifique lo mismo.

martes, 7 de octubre de 2014

Probablemente yo.


 Sin forma, sin formato, solo contenido.
 Y es que cuando los sentimientos te brotan por los poros da igual el cómo, solo importa el qué. De un tiempo a esta parte he empezado a romper esa forma o cáscara que me caracterizaba para dar paso a mi propio contenido;  y no sé si me gusta. Parezco muy débil. Estaba acostumbrada a eso de que si eres insensible no necesitas ser fuerte, pero ahora tendré que volverme fuerte porque he averiguado que no me gusta irme a dormir con los ojos bañados en frustración.

 He descubierto que lloro por ciertas personas además de por personajes de ficción televisiva, pero esto duele más de hora y media. Detesto ser la parte floja de un todo, pero no sé ser la parte fuerte, me es imposible. Resulta que había algo de sustancia en este corazón polvoriento; por primera vez en mucho tiempo escribo en primera persona y eso ya significa un mundo; el mio. Me caracterizo por saber todos mis defectos y ninguna virtud, por tener la capacidad de empatizar guardada en un armario y sin abrir, y por no decir lo que pienso ni siento a no ser que sea mi última opción y este bajo amenaza de muerte, o pérdida en su defecto. Lo peor de esta lista de sandeces es que ya no sé si definen mi forma o mi contenido, y sin saber quien soy no puedo llegar más lejos que mi sombra.

domingo, 24 de agosto de 2014

Huye de las redes.

 Por algún misterioso motivo soy el pez que siempre cae en la misma red. una red tejida a base de mentiras, miradas cómplices y enajenaciones mentales, la única diferencia entre las distintas redes es el sujeto que la teje. El resultado es siempre el mismo; un pez a punto de ahogarse en sus propios pensamientos. Me obligo a olvidar, a buscar caminos alternativos y personas buenas, pero existe un extraño magnetismo entre mi existencia y las redes de pesca furtiva, esa prohibida y dañina, si. 
 Después de alcanzar y pasar con éxito la fase de la aceptación, el olvido y el aumento de fuerza de voluntad llega el destino; ay, fatídico destino. Me toca volver a ver esas miradas que tantos quebraderos de cabeza me han llevado y me los vuelven a provocar. "Los domingos me suelo jurar que cambiaré de vida" Apartar la vista y decirte mentalmente que otra vez no, no es suficiente, nunca lo será. Pero por una vez la suerte me sonríe en este tema; este pez cambia de aguas. Espero que la distancia si haga el olvido y así poder pasar página definitivamente, encontrar otra red, u otro pez o yo que sé; soy mucho de metáforas y ni las entiendo; el caso, que es un maldito círculo vicioso del que no consigo salir y ya me estoy mareando. Esta vez será la definitiva, o quizás alguna vieja red me rescate?

miércoles, 6 de agosto de 2014

Perdonadme

Llevo muchísimo, pero muchísimo tiempo sin publicar nada; ¿el motivo? No sabía que escribir. Quería dar las gracias a todo el mundo que me ha seguido visitando, y pediros que me digáis que os gustaría leer, o simplemente que me dejéis un comentario para así conoceros, ya que tengo un número muy grande de visitas y sin embargo el número de suscriptores y comentarios es muy reducido... Y de nuevo muchísimas gracias por seguir leyéndome.

Y todas y cada una de sus noches, en su cabeza, se sucedían los mismos pensamientos;

Un miedo al error, al ridículo, a fallar delante de la gente. Prefería no hacer nada por si acaso lo hacia mal, así que vivía sin hacer nada, era como si viviera su propia vida en tercera persona. No actuaba, solo miraba.
Pero luego cada noche se arrepentía de ser así,  imaginaba como serian las cosas si exteriorizara lo que  pensaba y sentía, si actuara en la realidad como lo hacía en su cabeza. Todo sería tan distinto.
Y aunque quisiera no podía, había un fuerza superior a ella que se lo impedía. Dijo mil veces que ese iba a ser su día, y no, pasaron meses y ese día nunca llego. Ya no sabia si seguir intentando cambiar o rendirse ante aquella parte de ella misma, estaba agotada.