martes, 21 de julio de 2015

Unas cosas las digo y otras las pienso


La palabra 'todo' puede significar muchas cosas;
un mundo,
un beso,
tú.

Y es que a veces reducías mi mundo a una cama con nosotros dentro, podían pasar minutos u horas; allí el tiempo no corría igual; sencillamente no había tiempo.
El sol se despertaba y el aire frío entraba por la ventana, me acariciabas la espalda y cada vez que me tocabas te llevabas un poco de mi oscuridad, de mi miedo, me dejabas limpia y pura; pero también te llevabas parte de mi. No eran necesarias palabras, tu me mirabas, yo sonreía.
 Cada vez era un poco menos mía y un poco más tuya.
 No era fácil que yo renunciara a mi individualidad, pero contigo no me importaba compartirla; me enseñaste a dar esperando recibir solo un poco de felicidad ajena. O a no esperar nada.
Cuando salíamos al mundo real nos volvíamos dos partes mas del todo, pero cuando solo estábamos nosotros no hacía falta más; para mi que pudieras hacer que me olvidara del resto, que consiguieras que ignorara todo lo demás era tan valioso... A la vez que peligroso.
 Siempre había tenido miedo, pánico, a dejar que alguien supiera más de mi que yo misma; que alguien me importara más que yo... Pero tú, sin esfuerzo, te llevaste mi egoísmo y rompiste mis fronteras. 
 Ahora, sin frontera ni plan defensa solo espero que consigas hacer de mi una persona fuerte; cuando no sentía no necesitaba serlo, pero ahora si.
                                                                                                       
                                                                                                                         Te espero en mi cama.